Toda vez que el Premio Nobel de la Paz 2016, ha sido
merecidamente concedido al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por sus
empeños, esfuerzos y talento para lograr la paz negociada con las FARC, luego
de más de cincuenta largos años, tormentosos, sufridos y desgastantes de
beligerancia, aunada a otros atroces delitos perpetrados por este grupo criminal
y terrorista, es oportuno recordar que, cuando fue necesario, Santos también supo
aplicar el poder legítimo de la fuerza del Estado para contener las amenazas y
desafíos contra la paz y la seguridad nacionales, como en el caso que ahora se relata.
La Operación Fénix, también llamada “bombardeo de
La Operación Fénix fue planeada y ejecutada por el Ministro
de Defensa de Colombia, Juan Manuel Santos, bajo las órdenes y supervisión del
presidente de la República Álvaro Uribe, en un contexto en que era prioritario
propinar duros golpes a las FARC que se encontraban en una posición muy
favorable y desafiante.
Juan Manuel Santos, Ministro de Defensa con el presidente Álvaro Uribe. |
El ataque produjo una crisis diplomática regional por la
violación colombiana de la soberanía territorial de Ecuador, pero al mismo
tiempo por la presencia ilegal de las FARC en éste país, toleradas por el
gobierno ecuatoriano, ser un grupo levantado en armas contra una nación amiga y
limítrofe, considerado terrorista por Colombia, la Unión Europea y muchos otros
países.
“Angostura” es un territorio en plena selva
tropical húmeda
(amazónica), ubicado en territorio ecuatoriano, a unos 2 km de
Colombia. Para acceder es necesario sobrevolar en helicóptero y luego caminar
dos horas y media por medio de la selva virgen, con temperaturas de 40 °C.
Detalles de la Operación
El ataque comenzó a las 00:25 cuando los
helicópteros lanzaron un intenso bombardeo al campamento guerrillero y luego un
feroz tiroteo con las ametralladoras de alto calibre artilladas en las naves. Dicho
campamento de uno de los altos líderes de las FARC, Raúl Reyes, se encontraba
en Ecuador con la complacencia del gobierno, a unos 1.800 metros de la frontera
con Colombia. La operación militar colombiana, llamada operación Fénix, contó
con la participación de la Policía, Ejército, y Fuerza Aérea.
La localización del campamento fue posible
gracias a
un informante y, según declaraciones de una fuente militar
anónima, a que Raúl Reyes hizo uso de un teléfono satelital (que fue interceptado) para
recibir el 27 de febrero una llamada de Hugo Chávez,
quien le informó sobre la liberación de rehenes en aquel día. Entre sus
pertenencias estaban una argolla de matrimonio y un reloj Rolex el cual
facilitó la identificación del cadáver.
El líder de las FARC, Raúl Reyes |
Verificación ecuatoriana. El presidente Rafael Correa ordenó
una investigación de los hechos tras ser informado del incidente por su par
colombiano Álvaro Uribe Vélez. Según las autoridades
ecuatorianas que acudieron a la escena de los hechos y encontraron los
cadáveres de al menos quince guerrilleros, muchos de los muertos vestían paños
menores y pijamas cuando su campamento fue bombardeado por Colombia utilizando
"tecnología de punta", registrándose como resultado lo que el
presidente Correa calificó de "masacre" y no un enfrentamiento o
"persecución en caliente". También se encontraron tres mujeres
heridas en el campamento.
Los presidente Rafael Correa y Álvaro Uribe |
El ministro de defensa del Ecuador, Wellington Sandoval, declaró que el armamento utilizado en el bombardeo
correspondía con la descripción de las bombas inteligentes guiadas por satélite. El ministro dijo que se utilizaron un
total de cinco bombas inteligentes en el bombardeo.
Las tropas ecuatorianas encontraron un
campamento que
contaba con una red de áreas de entrenamiento, dormitorios,
áreas de cocina y para guardar provisiones. Encontraron ropa, documentación,
equipos electrónicos de entretenimiento y de comunicación, al igual que
generadores para abastecerlos de energía. Después del bombardeo se observaron
pedazos de uniformes camuflados que colgaban de las ramas de las copas de los
árboles más de 30 metros arriba del suelo, como resultado del ataque. Los
misiles abrieron cráteres profundos, en forma totalmente circular, de al menos
unos 5 metros de diámetro cada uno, y abrieron un claro amplio a través de la
espesa vegetación.
Luis Edgar Devia Silva,
alias Raúl Reyes, guerrillero colombiano considerado como terrorista por el
Estado colombiano lo mismo que por otros gobiernos, miembro del Secretariado,
portavoz y asesor del Bloque del Sur de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, grupo calificado por la Unión Europea, Estados Unidos, la mayoría de
países de la OEA, ONU, como terroristas. Antes de unirse a las FARC fue sindicalista
y político local.
Contra ‘Raúl Reyes’ había varias condenas y
25 órdenes de
captura por terrorismo, homicidio agravado, narcotráfico,
secuestro con fines terroristas, rebelión, lesiones personales y porte ilegal
de armas.
Raúl Reyes |
Estos son algunos de sus procesos contra
dicho criminal terrorista.
-1991: La masacre de una comisión judicial
donde fueron asesinados un juez, un médico legista, tres secretarios y dos
agentes de la Policía Judicial, el 27 de noviembre, en Usme.
- 1993: Doce atentados en Bogotá que causaron
la muerte de varias personas y el ataque a una patrulla militar en las afueras
de la capital en la que perdieron la vida 13 policías.
- 1995: Responsable de los hechos que
culminaron con la escalada terrorista de los días 27, 28 y 30 de mayo de 1995,
cuando las Farc establecieron retenes en las vías que de Bogotá conducen al
municipio de Choachí y Guayabetal-Villavicencio, los asaltos al puesto de
policía en Silvania, (Cundinamarca) y a la Octava Estación de la misma
institución en el barrio Kennedy, en el suroccidente de la Capital del país.
- 2000: El ataque a la base militar de
Patascoy, en diciembre de 1997, en el que murieron 10 militares, 18
secuestrados y 8 resultaron heridos.
- 2001: Condenado por el secuestro y
posterior asesinato de la ex ministra de Cultura Consuelo Araújonoguera, La
Cacica. El secuestro del ex senador Luis Eladio Pérez y tres personas más,
ocurrido el 10 de junio en la vía que conduce del municipio del Charco a la
Victoria ( Nariño).
- 2002: El secuestro y homicidio de nueve excursionistas
en la zona de Puracé ( Cauca) en febrero del 2001. La muerte del congresista
Diego Turbay Cote, su mamá y cuatro personas más el 29 de diciembre del 2000.
El asesinato de monseñor Isaías Duarte Cancino, ocurrido el 16 de marzo. Por
narcotráfico. Acusado de la producción, comercialización y tráfico organizado
desde Colombia hacia las selvas del Brasil. Atentados en Bogotá durante la
posesión del presidente Álvaro Uribe. La masacre de Bojayá en la que perdieron
la vida 119 personas, entre ellos 45 menores de edad.
-2003: El secuestro y asesinato del
gobernador Guillermo Gaviria, el ex ministro Gilberto Echeverri y 8 militares.
Acusado de homicidio en persona protegida y acto de barbarie. Atentado contra
el club El Nogal, en Bogotá, que cobró la vida de 36 personas y un centenar de
heridos. Abusos, secuestros y reclutación de menores en la antigua zona de
distensión para las conversaciones de paz con el gobierno de Andrés Pastrana.
El atentado con una bicicleta bomba, el 25 de enero en el barrio Fátima, en el
sur de Bogotá.
-2006: El secuestro del ex gobernador del
Meta Alan Edmundo Jara Urzola.
-2007: Acusado del secuestro en el 2002 y el
asesinato en el 2007 de 11 de los 12 diputados del Valle.
Estudiantes
mexicanos
Los
estudiantes Soren Ulises Avilés Ángeles, Fernando Franco Delgado, Juan González
del Castillo y Verónica Natalia Velásquez Ramírez, todos de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) fueron identificados
por el gobierno ecuatoriano como desaparecidos que podrían estar entre los
muertos hallados en el campamento de las FARC. Según el secretario ejecutivo de
la Asociación
Latinoamericana para los Derechos Humanos, Juan de Dios Parra, los
estudiantes habían participado en un congreso bolivariano que se realizó en
Ecuador durante el mes de febrero.
El
martes 18 de marzo,
la identidad de los cuerpos de los mexicanos fue confirmada oficialmente por
las autoridades ecuatorianas. Ese mismo día, en un informe la policía de
Ecuador afirmó que los estudiantes, quienes según el informe se encontraban
juntos y vestidos de civil, murieron "por efecto de la onda expansiva del
bombardeo y no por heridas de bala". Al
día siguiente, los restos fueron cremados y posteriormente enviados a México.
El 2 de marzo,
el gobierno de Ecuador reportó el hallazgo de 3 mujeres sobrevivientes a los
ataques. La única que fue
identificada al momento fue la estudiante mexicana de 21 años, Lucía Morett Álvarez, una estudiante de
filosofía de la UNAM. Posteriormente se dieron a conocer los nombres de las
colombianas Martha Pérez, de 24 años y Diana González.
En
un video difundido el 16 de marzo del 2008 por la Asociación Latinoamericana de
Derechos Humanos con
sede en Ecuador,
Lucía Morett relató su versión de los hechos. Afirmó en el video que se
encontraba durmiendo durante los bombardeos al campamento, que luego
"llegaron personas disparando. Yo alcance a oír gente que contaba muertos,
gente que gritaba, que decía: 'estoy herido, ayuda!', y otra que decía: 'denle
bala, denle bala!', y después, disparos", y acusó a soldados y policías
colombianos de hacerle "hostigamiento sexual" mientras le cambiaban
la ropa y le daban los primeros auxilios. Según
Morett, la visita al campamento fue organizada por los otros mexicanos que
murieron en el ataque, y el motivo de la misma fue conocer "cómo ahí en
ese campamento se llevan a cabo actividades culturales".
Mientras
tanto, el 18 de enero de 2009 fue requerida en extradición por Ecuador, y se
dice que mintió a las autoridades al negar su relación con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC), tras sobrevivir al ataque, afirmó el fiscal
general Washington Pesántez.
Poco
antes de que viajaran a Nicaragua, la fiscalía ecuatoriana pidió prisión para
las tres por su relación con el grupo guerrillero atacado por Colombia, acción
que provocó la ruptura de relaciones diplomáticas entre Bogotá y Quito.
Morett,
en una versión libre, “se declaró totalmente inocente, pero después aparecieron
videos (...) y ahí acepta ciertos contactos” con las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia, señaló Pesántez al canal de televisión Ecuavisa.
El
fiscal afirmó que la mexicana “le mintió”, y culpó a un juez ecuatoriano de no
haber procedido a tiempo con la orden de captura para evitar la salida de las
tres implicadas.
Estudiante
de filosofía de 28 años, Morett Álvarez
ha negado cualquier relación con las FARC y justificado su presencia en el
campamento clandestino que tenía ese grupo en Ecuador como parte de una tesis
que venía realizando sobre arte revolucionario.
Posteriormente,
Lucía Morett fue recibida como heroína en el aeropuerto de la ciudad de México
por una delegación encabezada por la senadora Rosario Ibarra de Piedra, en
donde siempre sostuvo que estaba en ese campamento guerrillero haciendo su
tesis universitaria: ¡Sí, como no, Chucha!