sábado, 26 de febrero de 2011

Las guitarras de Picasso 1912-1914

Guitarras cubistas



En algún momento entre octubre y diciembre de 1912, Pablo Picasso (1881-1973) hizo una guitarra. Improvisando con cartón, papel, cuerda y alambre, y luego cortando, plegando, enroscando, y pegando, consiguió crear un instrumento silencioso que no se parecía a ninguna escultura nunca antes vista. En 1914 el artista reiteró su construcción parecida a la de papel frágil en forma de chapa más fija y duradera. Estas dos guitarras, dos regalos del artista al Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), constituyen el soporte de un período de experimentación estructural en la obra del artista. Picasso: Guitars 1912-1914, quien al explorar en esos años logró un gran avance en el cubismo y en general en el arte del siglo 20. La muestra reúne unos 70 collages estrechamente vinculados, construcciones, dibujos, pinturas de técnica mixta, y fotografías, montadas de más de 30 colecciones públicas y privadas en todo el mundo; esta exposición ofrece una visión fresca en el proceso transversal de Picasso en los años inmediatamente anteriores a la Primera Guerra Mundial.


The Museum of Modern Art,( MoMA), exhibe la muestra “Picasso: Guitars 1912–1914”, del 13 de febrero al 6 de junio del 2011, con ese pretexto transcribimos una reseña del gran escritor Antonio Muñoz Molina y dedicamos el post a uno los mayores artistas plásticos del siglo XX y de todos los tiempos: Pablo Picasso.


Hacedor de guitarras

Antonio Muñoz Molina, EL PAÍS, 26/02/2011


En París, en el otoño de 1912, Pablo Picasso hizo una guitarra. No la dibujó, no la talló en madera o la modeló en cera o en barro, no hizo ni un cuadro ni una escultura ni un boceto. Hizo una guitarra, completa, aunque también inútil, una guitarra con sus cuerdas, su mástil, su caja de resonancia con un agujero en el centro, sus clavijas, un objeto tridimensional que a continuación colgó de un clavo en una pared, y le pegó debajo un trozo de cartón doblado como si fuera un soporte, o el filo de una mesa de café. La guitarra la hizo con lo primero que encontró a mano en el gran desorden del taller, que según testimonios contemporáneos tenía mucho de chamarilería o de almacén de trapero, de desván en el que apilados contra las paredes o clavados en ellas con tachuelas estaban algunos de los cuadros que iban a trastornar el arte del siglo XX, aunque por entonces muy pocas personas los habían visto. Hizo la guitarra recortando con unas tijeras de sastre anchas láminas de papel de envolver y trozos de cartón. Las seis cuerdas y los trastes eran hilo basto de atar paquetes. El hueco en el centro de la caja era un tubo de cartón que visto de cerca podría haber pertenecido a un rollo de papel higiénico. La cejuela -acabo de consultar el nombre en una enciclopedia: la pieza horizontal debajo de las clavijas- era un trozo pequeño de cartón doblado por la mitad.


Recortaba, pegaba, apartando de cualquier manera dibujos y hojas
de periódico para hacer espacio sobre la mesa. Los grandes ojos románicos los tendría guiñados para evitar el humo del cigarrillo que le colgaba de la boca. El pelo le caería sobre la frente: el flequillo de gnomo y de hombre moderno que aún tiene en las fotos de aquel año y del año siguiente. La expresión de Picasso en esas fotos es a la vez de enajenación y de burla: todo el día, todos los días, yendo a los cafés o encerrándose en el estudio, la mirada, la imaginación y las manos, ocupadas siempre en algo, en observar o en hacer, en observar y en hacer al mismo tiempo, los dedos distraídos doblando un trozo de cartón sobre el mármol de la mesa del café en el que hay una botella, una jarra, el periódico del día, una pipa, o buscando en el bolsillo de la chaqueta un cuaderno en el que anotar cosas o dibujar bocetos, mientras al fondo del café la orquestina toca piezas sentimentales y repetidas, valses, polcas, canciones de moda.


No hay una sola forma que no atraiga la atención clínica de esa
mirada, que no despierte en las manos el instinto de hacer, en las yemas de los dedos la apetencia de una pluma o de un lápiz de carboncillo para ponerse a dibujar allí mismo, sobre el mármol del velador. Cada objeto es una epifanía, una forma admirablemente cerrada sobre sí misma, perfecta, sólida, no gastada por el uso, no borrada por su cotidianidad. La botella, la pipa, la caja pomposa del contrabajo, las volutas como de capiteles clásicos en las que acaban los mástiles, ese hueco de negrura en el centro sobre el que resaltan las paralelas de las cuerdas. El espectáculo de lo diario ya había subyugado a Degas, a Toulouse-Lautrec, al monástico Cézanne. Cézanne había enseñado a mirar los objetos puestos sobre una mesa no como ficciones de la luz sino como volúmenes macizos y arquetipos platónicos: la esfera de una manzana, el cilindro de la botella, el ángulo de una mesa, la curva de un mantel dotado de una consistencia caliza. Toulouse-Lautrec se había deleitado con la música de las orquestinas y de los bailes de suburbio. Degas había dibujado bocetos portentosos de contrabajistas vistos de espaldas, de violinistas que establecen con su postura perspectivas imposibles. Picasso, en ese otoño de 1912, fue mucho más allá; no sólo dibujó o pintó lo que veía con esa destreza suprema de un joven talento adiestrado desde niño en las mejores disciplinas artesanales del oficio, exaltado por su descubrimiento de la modernidad en Barcelona y París: en vez de representar las cosas en el espacio plano de la pintura las hizo tangibles, tan presentes como si estuvieran todavía sobre la mesa del café. En vez de pintar al músico fatigado de tocar siempre lo mismo recortaría y pegaría encima del lienzo o de una pieza de cartón un trozo de la partitura misma. En vez de copiar como en un bodegón la botella de licor y a su lado el periódico recortaría la silueta de una botella en una hoja tupida de tipografía, con titulares y noticias terribles o triviales. En la mesa caótica del estudio la obra se va haciendo no con los materiales nobles de la tradición -los pinceles, los botes de color- sino con los residuos mismos de la vida de todos los días, lo más barato, lo que igual cae al suelo y es pisado o barrido o se queda meses acumulando polvo, periódicos, papel de embalar, cajas de cartón, chinchetas, puñados de arena, trozos de madera, hilo bramante, muestras de papel pintado con florecillas y adornos de comedor de medio pelo. Una botella de feroz anís del Mono y una guitarra -en esa época instrumento de músicos ciegos y gente marginal- invocan en París el desgarro de las tabernas españolas. Durante meses, en el otoño y el invierno de 1912, en la primavera de 1913, en el verano de ese año, Picasso inventa, dibuja, recorta formas de guitarras como un pianista maníaco que nunca se fatiga de explorar variaciones posibles de una melodía muy sencilla. El taller, el cuaderno, son lugares de metamorfosis: el hueco redondo de la guitarra es una luna llena o el péndulo de un reloj o la cara redonda de un monigote con mostachos engomados. Su perfil es el de una cara y el de una oreja. Las cuerdas se pueden convertir en cordones de zapato. Las acanaladuras de la madera están hechas recortando papel barato de imitación madera o bien simulando ese mismo papel con un cuidado de falsificación absurda. La botella acaba siendo una clavija o el hueco de una cerradura. La frágil guitarra de papel y cartón y cuerda de envolver se transforma en otra idéntica pero mucho más perdurable hecha de láminas de metal y de cuerdas de alambre. El papel de periódico de los collages muy pronto se vuelve amarillo: el metal y el alambre se oxidan al cabo del tiempo. La obra de arte no es un objeto intangible y sagrado: la modifica la intemperie de la vida real, la muerde la luz, está expuesta a los azares de mudanzas y pérdidas.


Tendemos a ver el cubismo con la reverencia y la solemnidad de lo que se ha vuelto sagrado: estos días, en el MOMA, uno de los muchos méritos de esta exposición de guitarras de papel y guitarras de hojalata y collages pegados con engrudo hace ya casi un siglo es devolvernos la carcajada de celebración y desafío, el descarado humorismo que está en el origen del arte moderno, la gran broma en serio de Picasso.



Picasso: Guitars 1912-1914. MOMA. Nueva York. Hasta el 6 de junio. www.moma.org. antoniomuñozmolina.es


Nota: Para ampliar las imágenes, haga click sobre su superficie.

lunes, 21 de febrero de 2011

Evocación de Glenn Gould

Las variaciones Goldberg

Glenn Gould (1932-1982) es uno de los músicos canadienses más célebres e importantes de todos los tiempos. Considerado mundialmente como el mejor intérprete de las obras para clave o clavecín transcritas para piano de J. S. Bach, en particular las famosas Variaciones Goldberg, poseedor de un talento excepcional y técnica depuradísima para el piano, además de su peculiar personalidad y carisma que se reflejan en sus interpretaciones, constituyó un auténtico fenómeno artístico desde la adolescencia hasta su temprana muerte a la edad de cincuenta años.


En 1957, poco después de la muerte de Stalin, visitó la Unión Soviética, algo inusitado para un músico Occidental, causó una verdadera sorpresa y revuelo en una comunidad musical presa del dogmatismo y la cerrazón debidos a los rígidos cánones dictados por el realismo socialista. Gould conmocionó a los soviéticos sumamente cerrados no sólo ideológica y políticamente sino al arte y cultura Occidentales que la propaganda oficial consideraba decadentes. La rara visita de un músico como Gould se podría explicar, por un lado, por ser canadiense y por el otro, por ser ahí un desconocido. El impacto causado en la comunidad musical de San Petesburgo (entonces Leningrado) y Moscú en cuyos conservatorios y principales salas ofreció varios conciertos fue mayúsculo, no solo por la genialidad del pianista sino por las innovaciones técnicas y artísticas que traía consigo a un mundo artístico cerrado y anticuado por los dogmas impuestos por esa tara llamada realismo socialista. Gould pudo regresar a la ex URSS donde hizo amistades y desde entonces emprendió una especie de cruzada en pro de la libertad artística en los países oprimidos por el comunismo. Los documentales que se grabaron al respecto son muy elocuentes.


El 10 de abril de 1964 tocó en público por última vez en Los Ángeles y anunció que se retiraba de los escenarios cuando era una auténtica figura internacional. La razón es que empezó a sentir hastío por la interpretación en directo y creyó que servía mejor a la música en un estudio de grabación que en la sala de conciertos. Desde entonces grabó una inmensa discografía que reproducimos al final.


La mejor forma de conocer a Gould es disfrutando su música, escuchándolo, oír, por ejemplo, Las Suites Francesas, (The French Suites), de Bach, o del mismo autor, las partitas, toccatas o concertos. El lector interesado encontrará abajo una amplia discografía. F.Z.

A continuación, transcribo un artículo de Teresa Chávez Suárez, crítica y editora de arte, en ocasión del Año Internacional de Glenn Gould, celebrado en Canadá en el 2007-2008:

GLENN HERBERT GOULD
“Nací en Toronto y durante toda mi vida ha sido mi hogar"

Su breve vida
Nacido en la ciudad de Toronto, Provincia de Ontario, en Canadá, el 25 de septiembre de 1932, en un día como hoy, habría cumplido 75 años.Nacido en la Ciudad Reina, la ciudad azul, ciudad en que a pesar de ser enormemente grande sólo contaba con diez millones de habitantes, que estaban distribuidos en una masa de terreno; la cual era mucho más grande que toda Europa… En 1932, la población de Toronto era apenas de seiscientos treinta mil habitantes y, estaba lejos de ser la ciudad cosmopolita de hoy. En aquellos años, Toronto contaba con más del 80% de británicos.

La familia se apellidaba Gold y alrededor de 1939, cambiaron el apellido a Gould. Desde temprana edad, Glenn Gould dio muestras de su prodigioso talento y dotes de músico, tocando el piano desde los tres años. Sus padres eran ambos músicos ‘amateurs’; su madre tocaba piano y su padre violín. Fue su madre, su primera maestra de piano. Es interesante observar que el primer concierto que diera en 1945, fue de órgano, el cual como se sabe se toca con pies y manos; y además, tiene en su historia al gran compositor y ‘Maestro’ admirador de Glenn Gould, el músico alemán del siglo XVIII, Johann Sebastian Bach (1685-1750) e inspirador así mismo de Glenn Gould. Escúchese las grabaciones de Glenn Gould *** Variaciones Goldberg. Es este conocimiento a temprana edad, en la agilidad y coordinación de pies y manos (pedales y teclas), cuya dexteridad llamó tanto la atención del público por doquier Glenn Gould tocara. Muchos eran sus admiradores-seguidores, quienes trataban de imitarle.

Un detalle interesante observado en el árbol genealógico, nos indica que sus tatarabuelos maternos eran a su vez, abuelos del compositor noruego, Edvard Grieg; es decir su abuelo materno, era primo de uno de los grandes músicos europeos!... Sus padres velaron porque su hijo no se involucrara, desde tan temprana edad en el medio profesional de la música. Se sabe que aquella protección a su talento, lo llevó a dar su primer recital en público, sólo a la edad de 13 años. Un cheque recibido en aquella ocasión, de Radio Rogers Broadcasting, por el valor de diez dólares, es testimonio de su inicio en la senda musical. Un año después tocaba, el Concierto para piano n° 4 de Beethoven, otro gran compositor Maestro admirador de Glenn Gould; ya que dijo: “haber crecido con la obra de Ludwig van Beethoven…”, haciendo alusión a las grabaciones del genial intérprete: ¡A. Schnabel en el piano!

Su infancia quedó marcada por la Segunda Guerra Mundial, de la cual, se escuchaba a diario noticias en la radio, ya sea sobre victorias o pérdidas; sobrevivientes o difuntos. Sólo en los auditorios de “Massey Hall” y de “Eaton Centre”, se disfrutaba de las melodías musicales que aportaban la visión de un mundo mejor.

Glenn Gould creció en el barrio de “Beaches” y, estudió en la escuela pública. En secundaria asistió al Colegio del Estado, “Williamson Road Public School. Fue el primer músico canadiense en visitar la Unión Soviética.

La Fundación Glenn Gould se inspiró en el día de su nacimiento, para la proclamación de El Año Internacional Glenn Gould; y asimismo en esta fecha se recordó su viaje a la Unión Soviética.

Su música
A los dieciocho años, Gould tenía ya sin lugar a dudas, la influencia más significativa que durante su adolescencia fue aquella del famoso pianista Arthur Schnabel, de quien siempre se expresó con la más amplia admiración.

La fama de este gran músico canadiense, se hizo con las Variaciones Goldberg de Bach. Escúchenlas usted y, luego les hablaré de ellas – en un artículo especial…, porque así están consideradas por músicos de todo el mundo.

En el año 1964, para sorpresa de todos, Glenn Gould dejó de tocar piano y aparecer en público. Sin embargo su lucidez le llevó a dedicarse en otro campo de similar interés con grabaciones para “CBS Records”; lo cual le permitió influenciar a toda una nueva generación de músicos y oyentes. Con repertorios nuevos y variada selección de compositores que los interpretaban, fue creciente el interés despertado hasta nuestros días, en el ámbito musical.

No es sorprendente, el número de traducciones en infinidad de lenguas de la obra creada por Glenn Gould, dado el abanico profesional y musical que cuenta en su haber. Compositor, intérprete y oyente son los eslabones de una misma cadena, relativamente intercambiables.

El público sentía una particular atracción por sus interpretaciones y, su grata personalidad carismática, le hacía descubrir nuevos públicos. La pasión que llevaba consigo la sembraba a su paso en terrenos fértiles, que lo admiraban y veneran hasta hoy.

La pasión por la tecnología en los medios de comunicación, le fascinaba; he de allí su vínculo con la “Canadian Broadcasting Corporation” (CBC) y sus programas de radio y grabaciones especiales. Todas las artes y más aún el cine – era un cinéfilo reconocido – le fascinaban; tanto como los programas radiales; grabaciones locales de documentales o de su propia obra.

Su muerte
El 4 de octubre de 1982, días después de sus 50 años, falleció en Toronto, de un infarto. Su muerte acaecida a una temprana edad, fue sentida en todo el mundo por los amantes de la música.

Cabe señalar que previamente a su trágica desaparición, Glenn Gould, dio inicio a una nueva profesión de director de orquesta, y formó la Orquesta Sinfónica de Toronto; siendo él mismo su conductor.

La lápida de su tumba y el mausoleo de su familia, en donde descansan su madre y padre, llevan grabados de la partitura de las Variaciones Goldberg; que visitara en el otoño del año 2005 acompañada por un amigo admirador de la música de Glenn Gould, se encuentran en el Cementerio “Mount Pleasant” (entre las avenidas Mount Pleasant y Bayview).

Memorabilia
Una de las más bellas biografías de Glenn Gould, es “Wondrous Strange: The Life and Art of Glenn Gould. Oxford University Press, de Kevin Bazzana.

Por muchos años desde Ottawa, me acompaña el libro de Geoffrey Payzant, Glenn Gould. Un homme du futur, ©Librairie Arthème Fayard, 1983; quien tilda con afecto a nuestro músico de, “… inigualable maestro-pianista eccéntrico”. Esta obra fue aceptada por Glenn Gould, cuyo comentario por el músico, cito a continuación.
* « … Payzant ha escogido una via diferente, en donde se armonisan las dotes musicales de Gould, sus convicciones morales y las extravaganzas de su comportamiento; es así que ha llegado a crear una textura tan estructuralmente segura y cromaticamente tan compleja que, las fugas barrocas que tienen las primeras, despierta a Glenn Gould ante las maravillas del arte de la música»
Glenn Gould


* (Extracto de un artículo de Glenn Gould aparecido en “Piano Quarterly”, poco después de la aparición del libro de Geoffrey Payzant en Canadá).

La Biblioteca y Archivos Nacionales / Library and Archives Canada en Ottawa, es el conservatorio oficial de la extensa obra póstuma de Glenn Gould; la cual comprende: una exposición virtual; un archivo de audiocassettes; documentos y archivos, base de datos de archivos de material audiovisual; una selecta bibliografía de libros y artículos y programas radiales; textos completos escritos o publicados por o sobre Glenn Gould; obras de arte y poesía inspiradas en él; una lista de eventos en su homenaje.
Visite su sitio web: www.collectionscanada.gc.ca/glenngould/


© Mi profundo agradecimiento a Brian Levine, Director General de la Fundación Glenn Gould por los archivos de fotos y discos compactos.
© Sólo una foto pertenece a la Biblioteca y Archivo Nacional.

Estimado lector de TorontoHispano.com:
Por favor, recuerde: Continuaremos nuestra lectura, acerca de los eventos realizados tanto en Toronto, Ottawa, Montréal, Vancouver, etc. –en todo Canadá y, en el mundo…; porque éste es el Año Internacional Glenn Gould, del más grande músico, Ciudadano del mundo e ícono cultural de Canadá.

¡MARAVILLOSA CELEBRACIÓN, TODO EL AÑO!


Teresa Chávez Suárez


Discografía de Glenn Gould:
• Bach: Two and Three Part Inventions and Sinfonias, BWV 772-801 [Great Performanc...,2005 (album)
• ...And Serenity, 2003 (album)
• Glenn Gould at the Movies, 2002 (album)
• The Gould Variations: The Best of Glenn Gould's Bach, 2000 (album)
• Mozart -- Super Hits, 2000 (album)
• Bach: Goldberg Variations, BWV 988 (1955 mono recording), 1999 (album)
• Music from Kurt Vonnegut's Slaughterhouse-Five, 1999 (album)
• Bach: Keyboard Concertos 1, 4 & 5 [Expanded Edition], 1997 (album)
• Bach: Preludes, Fugues and Fughettas - Expanded Edition, 1997 (album)
• Italian Album Fragments & Wagner Siegfried Idyll - Bonus Disc 2, 1997 (album)
• Beethoven: Piano Sonatas, Vol. II, 1994 (album)
• Beethoven/Liszt: Symphony No.6 "Pastoral" (Piano Transcription), 1993 (album)
• Glenn Gould Live in Salzburg & Moscow, 1993 (album)
• Gould Meets Menuhin, 1993 (album)
• Glenn Gould Conducts & Plays Wagner, 1991 (album)
• Bach: Italian Concerto; Partitas Nos. 1 & 2 [Great Performances], 1988 (album)
• 32 Short Films About Glenn Gould - Music from the Film, 1987 (album)
• Richard Strauss: Sonata, Op. 5; 5 Piano Pieces, Op. 3, 1984 (album)
• Glenn Gould discusses his performances of the Goldberg Variations with Tim Page ..., 1984 (album)
• Beethoven Sonatas No. 12, Op. 26 & No. 13, Op. 27, No. 1, 1983 (album)
• Brahms Op. 10, 1983 (album)
• Bach: Goldberg Variations, BWV 988 (1981 Recording) [Expanded Edition], 1982 (album)
• Glenn Gould plays Haydn, 1981 (album)
• Bach: Toccatas, BWV 910-916, 1980 (album)
• Bach: Toccatas, BWV 910 - 913, Volume 1 (Glenn Gould Anniversary Edition), 1980 (album)
• Bach: Toccatas Vol. 2, 1980 (album)
• Bach: The Toccatas, Vol. 1, 1979 (album)
• Hindemith: Das Marienleben for Soprano & Piano, 1978 (album)
• Bach: English Suites, BWV 806-811, 1977 (album)
• Mozart Piano Sonatas, Vol. 5, 1975 (album)
• Bach: The Six Sonatas for Violin and Harpsichord; The Three Sonatas for Viola da..., 1974 (album)
• Bach: The French Suites, Vol. 2 & Overture in the French Style, 1974 (album)
• Bach: The Three Sonatas for Viola da Gamba & Harpsichord, 1974 (album)
• Sonatas for Piano Nos. 1 - 3 (1936), 1973 (album)
• Bach: French Suites, BWV 812-817 & Overture in the French Style, BWV 831, 1973 (album)
• Glenn Gould at the Cinema (International Version), 1973 (album)
• Bach: The French Suites Nos. 1-4, 1973 (album)
• Glenn Gould Plays Hindemith's Piano Sonatas 1-3, 1973 (album)
• Glenn Gould Plays His Own Transcriptions of Wagner Orchestral Showpieces, 1973 (album)
• Beethoven: Piano Sonatas, Op. 31 Complete, 1973 (album)
• Mozart Piano Sonatas, Vol. 3, 1972 (album)
• Byrd, Gibbons: Consort Musicke; Sweelinck: Fantasia, 1971 (album)
• A Consort of Musicke Bye William Byrde and Orlando Gibbons, 1971 (album)
• Beethoven: Sonata No. 24; Hammerklavier Sonata, 1970 (album)
• Glenn Gould Plays Beethoven Sonatas Nos. 8, 14 & 23, 1970 (album)
• Schumann: Piano Quartet; Brahms: Piano Quintet, 1969 (album)
• Bach: Keyboard Concertos Vol. 2, 1969 (album)
• Robert Schumann: Piano Quintet, Op. 44 & Piano Quartet, Op. 47, 1969 (album)
• Scriabin: Sonata No. 3 in F-Sharp Minor, Op. 23 & Prokofiev: Sonata No. 7 in B-F..., 1969 (album)
• Mozart Piano Sonatas, Vol. 2, 1969 (album)
• Bach: The Well-Tempered Clavier, Book II, BWV 870-893, 1968 (album)
• Beethoven: Symphony No. 5 in C Minor, Op. 67 (Transcribed for Piano by Franz List..., 1968 (album)
• Bach: The Well-Tempered Clavier, Book II, BWV 870-877, 1968 (album)
• Glenn Gould Plays Contemporary Music, 1967 (album)
• Bach: Three Keyboard Concertos, BWV 1054, 1056 & 1058, 1967 (album)
• Beethoven: Sonatas for Piano No. 8-10, Op. 13 "Pathétique", Op. 14, No. 1 & 2, 1967 (album)
• Canadian Music in the XXth Century, 1967 (album)
• The Music of Arnold Schoenberg, 1966 (album)
• Bach: Two and Three Part Inventions and Sinfonias, BWV 772-801 (Glenn Gould Anni..., 1966 (album)
• Bach: Two and Three Part Inventions and Sinfonias, BWV 772-801 [Expanded Edition..., 1966 (album)
• Beethoven: Piano Concerto No. 5 in E-Flat Major, Op. 73, "Emperor", 1966 (album)
• Beethoven: Piano Sonatas, Vol. 1, 1965 (album)
• Beethoven: Sonatas No. 5-7, Op. 10, No. 1-3, 1965 (album)
• Bach: Two and Three Part Inventions, BWV 772-801 (Inventions & Sinfonias), 1964 (album)
• Bach: The Well-Tempered Clavier Book I, BWV 846-869, 1963 (album)
• Bach: The Art of the Fugue, Fugues 1 - 9, 1962 (album)
• Strauss: Enoch Arden (Tennyson), Op. 38, 1962 (album)
• Mozart: Piano Concerto No. 24 in C Minor, K. 491 & Schoenberg: Piano Concerto, O..., 1962 (album)
• Bach: The Art of the Fugue, BWV 1080 Volume I Fugues 1-9
1962 (album)
• Brahms: 10 Intermezzi, 1961 (album)
• Beethoven: Piano Concerto No. 4 in G Major, Op. 58, 1961 (album)
• Images - Glenn Gould, 1960 (album)
• Glenn Gould: Plays Bach, 1960 (album)
• Gould: String Quartet No. 1, 1960 (album)
• Beethoven: Piano Concerto No. 3 in C Minor, Op. 37, 1960 (album)
• Mozart: Piano Concerto No.24; Piano Sonata, K.330; Fantasia & Fugue; Haydn: Sonata..., 1958 (album)
• Haydn: Sonata No. 3 in E-Flat Major; Mozart: Sonata No. 10 in C Major, K.330; Fa..., 1958 (album)
• Glenn Gould Live in Leningrad 1957, 1957 (album)
• Bach: Partitas Nos. 5 & 6; Fugues in F-Sharp Minor and E Major, 1957 (album)
• Bach: Concerto No. 1 in D Minor BWV 1052 & Beethoven: Concerto No.2 in B-flat Ma..., 1957 (album)
• Beethoven Piano Sonatas Nos. 30-32, 1956 (album).







martes, 15 de febrero de 2011

Top 10 de la revista Rolling Stone

Las mejores canciones de The Beatles

Dentro del conteo de Rolling Stone de los 100 mejores temas de The Beatles, este es el Top 10 de las canciones más significativas e icónicas de una de las bandas más importantes de todos los tiempos. Se añaden las letras (lyrics).

#1 “A Day in the Life”
La última colaboración entre Lennon y McCartney, considerada como la obra maestra del cuarteto de Liverpool.

(Lennon/McCartney)
I read the news today oh boy
About a lucky man who made the grade
And though the news was rather sad
Well I just had to laugh
I saw the photograph
He blew his mind out in a car
He didn't notice that the lights had changed
A crowd of people stood and stared
They'd seen his face before
Nobody was really sure
If he was from the House of Lords
I saw a film today oh boy
The English Army had just won the war
A crowd of people turned away
But I just had to look
Having read the book
I'd love to turn you on.

Woke up, fell out of bed
Dragged a comb across my head
Found my way downstairs and drank a cup
And looking up I noticed I was late
Found my coat and grabbed my hat
Made the bus in seconds flat
Found my way upstairs and had a smoke
And somebody spoke and I went into a dream
I read the news today oh boy
Four thousand holes in Blackburn, Lancashire
And though the holes were rather small
They had to count them all
Now they know how many holes it takes to fill the Albert Hall
I'd love to turn you on.


2 “I Want to Hold Your Hand”
El primer tema que la mayoría de los estadounidenses escucharon del cuarteto de Liverpool y el inicio de la Beatlemania en Estados Unidos.

Oh yeah, I'll tell you something
I think you'll understand
When I'll say that something
I wanna hold your hand
I wanna hold your hand
I wanna hold your hand.

Oh please, say to me
You'll let me be your man
And please, say to me
You'll let me hold your hand
I'll let me hold your hand
I wanna hold your hand.

And when I touch you I feel happy
Inside
It's such a feeling that my love
I can't hide
I can't hide
I can't hide.

Yeah, you've got that something
I think you'll understand
When I'll say that something
I wanna hold your hand
I wanna hold your hand
I wanna hold your hand.

And when I touch you I feel happy
Inside
It's such a feeling that my love
I can't hide
I can't hide
I can't hide.

Yeah, you've got that something
I think you'll understand
When I'll feel that something
I wanna hold your hand
I wanna hold your hand
I wanna hold your hand
I wanna hold your hand.


3 “Strawberry Fields Forever”
Lennon alguna vez dijo que "crecer daba miedo porque no había nadie con quién relacionarse”. Strawberry Fields, un hogar para niños en Liverpool cerca del lugar donde creció Lennon, representaba esas inquietantes visiones de su infancia.

(Lennon/McCartney)
Let me take you down, cos I'm going to Strawberry Fields
Nothing is real and nothing to get hung about
Strawberry Fields forever.

Living is easy with eyes closed
Misunderstanding all you see
It's getting hard to be someone but it all works out
It doesn't matter much to me
Let me take you down, cos I'm going to Strawberry Fields
Nothing is real and nothing to get hung about
Strawberry Fields forever.

No one I think is in my tree
I mean it must be high or low
That is you can't you know tune in but it's all right
That is I think it's not too bad
Let me take you down, cos I'm going to Strawberry Fields
Nothing is real and nothing to get hung about
Strawberry Fields forever.

Always, no sometimes, think it's me
But you know I know when it's a dream
I think I know I mean a "Yes" but it's all wrong
That is I think I disagree
Let me take you down, cos I'm going to Strawberry Fields
Nothing is real and nothing to get hung about
Strawberry Fields forever
Strawberry Fields forever
Strawberry Fields forever.
[Cranberry sauce...]


4 “Yesterday”
La canción más “covereada” en la historia empezó como algo llamado “Scrambled Eggs”. También comenzó en un sueño de Paul McCartney.

(Lennon/McCartney)
Yesterday, all my troubles seemed so far away
Now it looks as though they're here to stay
Oh, I believe in yesterday.

Suddenly, I'm not half the man I used to be
There's a shadow hanging over me.
Oh, I yesterday came suddenly.

Why she had to go I don't know she wouldn't say
I said something wrong, now I long for yesterday
Yesterday, love was such an easy game to play
Now I need a place to hide away
Oh, I believe in yesterday.

Why she had to go I don't know she wouldn't say
I said something wrong, now I long for yesterday
Yesterday, love was such an easy game to play
Now I need a place to hide away
Oh, I believe in yesterday.
Mm mm mm mm mm mm mm


5 “In My Life”
Una de las letras más personales de Lennon, es una dentro de un puñado de canciones de Lennon y McCartney que se disputan sobre quién escribió qué.

(Lennon/McCartney)
There are places I remember
All my life though some have changed
Some forever not for better
Some have gone and some remain
All these places have their moments
With lovers and friends I still can recall
Some are dead and some are living
In my life I've loved them all.

But of all these friends and lovers
There is no one compares with you
And these memories lose their meaning
When I think of love as something new
Though I know I'll never lose affection
For people and things that went before
I know I'll often stop and think about them
In my life I love you more.

Though I know I'll never lose affection
For people and things that went before
I know I'll often stop and think about them
In my life I love you more
In my life I love you more.


6 “Something”
Antes de convertirse en la segunda canción más "covereada" de The Beatles, después de Yesterday, Lennon dijo que este track inédito de Harrison era “el mejor track en Abbey Road, y McCartney lo llamó “la mejor canción que Harrison ha escrito”.

(Harrison)
Something in the way she moves
Attracts me like no other lover
Something in the way she woos me.

I don't want to leave her now
You know I believe her now.

Somewhere in her smile she knows
That I don't need no other lover
Something in her style that shows me.

Don't want to leave her now
You know I believe her now.

You're asking me will my love grow
I don't know, I don't know
You stick around now it may show
I don't know, I don't know.

Something in the way she knows
And all I have to do is think of her
Something in the things she shows me.

Don't want to leave her now
You know I believe her now.


7 “Hey Jude”
La letra de "Hey Jude" estuvo inspirada por el hijo de cinco años de John y Cynthia Lennon, Julian, - pero Lennon pensó que McCartney estaba cantando sobre él y su relación con Yoko Ono.

(Lennon/McCartney)
Hey Jude, don't make it bad
Take a sad song and make it better
Remember to let her into your heart
Then you can start to make it better.

Hey Jude, don't be afraid
You were made to go out and get her
The minute you let her under your skin
Then you begin to make it better.

And anytime you feel the pain, hey Jude, refrain
Don't carry the world upon your shoulders
For well you know that it's a fool who plays it cool
By making his world a little colder
Nah nah nah nah nah nah nah nah nah.

Hey Jude, don't let me down
You have found her, now go and get her
Remember to let her into your heart
Then you can start to make it better.

So let it out and let it in, hey Jude, begin
You're waiting for someone to perform with
And don't you know that it's just you, hey Jude, you'll do
The movement you need is on your shoulder
Nah nah nah nah nah nah nah nah nah yeah.

Hey Jude, don't make it bad
Take a sad song and make it better
Remember to let her under your skin
Then you'll begin to make it
Better better better better better better, oh.

Nah nah nah nah nah nah, nah nah nah, hey Jude
Nah nah nah nah nah nah, nah nah nah, hey Jude
Nah nah nah nah nah nah, nah nah nah, hey Jude
Nah nah nah nah nah nah, nah nah nah, hey Jude
Nah nah nah nah nah nah, nah nah nah, hey Jude (fade out).


8 “Let It Be”
McCartney canalizó el soul de Aretha Flanklin en “Let It Be”, grabada durante uno de los momentos difíciles de The Beatles. Un mes después de su lanzamiento en 1970, McCartney anunció que la banda se desintegraba.

(Lennon/McCartney)
When I find myself in times of trouble
Mother Mary comes to me
Speaking words of wisdom, let it be.

And in my hour of darkness
She is standing right in front of me
Speaking words of wisdom, let it be
Let it be, let it be
Let it be, let it be
Whisper words of wisdom, let it be.

And when the broken hearted people
Living in the world agree
There will be an answer, let it be
For though they may be parted
There is still a chance that they will see
There will be an answer, let it be
Let it be, let it be
Let it be, let it be
Yeah there will be an answer, let it be
Let it be, let it be
Let it be, let it be
Whisper words of wisdom, let it be.

Let it be, let it be
Ah let it be, yeah let it be
Whisper words of wisdom, let it be
And when the night is cloudy
There is still a light that shines on me
Shine on until tomorrow, let it be
I wake up to the sound of music,
Mother Mary comes to me
Speaking words of wisdom, let it be
Yeah let it be, let it be
Let it be, yeah let it be
Oh there will be an answer, let it be
Let it be, let it be
Let it be, yeah let it be
Oh there will be an answer, let it be
Let it be, let it be
Ah let it be, yeah let it be
Whisper words of wisdom, let it be.


9 “Come Together”
Concebida originalmente por Lennon como la canción de campaña del gurú del LSD, Timothy Leary, cuando se postuló para gobernador de California en 1970, ésta se convirtió en la última canción de los Beatles juntos en el estudio.

(Lennon/McCartney)
Here come old flattop, he come grooving up slowly
He got joo-joo eyeball, he one holy roller
He got hair down to his knee
Got to be a joker he just do what he please.

He wear no shoeshine, he got toe-jam football
He got monkey finger, he shoot coca-cola
He say "I know you, you know me"
One thing I can tell you is you got to be free
Come together right now over me.

He bag production, he got walrus gumboot
He got Ono sideboard, he one spinal cracker
He got feet down below his knee
Hold you in his armchair you can feel his disease
Come together right now over me.

[Right!
Come, oh, come, come, come.]

He roller-coaster, he got early warning
He got muddy water, he one mojo filter
He say "One and one and one is three"
Got to be good-looking cos he's so hard to see
Come together right now over me.

Oh
Come together
Yeah come together
Yeah come together
Yeah come together
Yeah come together
Yeah come together
Yeah come together
Yeah oh
Come together
Yeah come together.


10 “While My Guitar Gently Weeps”
La letra de George Harrison comenzó cuando él eligió la frase “gently weeps” de un libro al azar. No fue hasta que Harrison puso a Eric Clapton a tocar la guitarra, que el arreglo estaba terminado.

(Harrison)
I look at you all see the love there that's sleeping
While my guitar gently weeps
I look at the floor and I see it needs sweeping
Still my guitar gently weeps.

I don't know why nobody told you
How to unfold your love
I don't know how someone controlled you
They bought and sold you
I look at the world and I notice it's turning
While my guitar gently weeps
With every mistake we must surely be learning
Still my guitar gently weeps.

Well…

I don't know how you were diverted
You were perverted too
I don't know how you were inverted
No one alerted you.

I look at you all see the love there that's sleeping
While my guitar gently weeps
Look at you all
Still my guitar gently weeps.

Oh, oh
Oh, oh, oh, oh, oh, oh, oh
Oh, oh, oh, oh
Yeah, yeah, yeah, yeah, yeah
Yeah, yeah, yeah, yeah, oh, ooh.

¿Qué canciones de The Beatles conforman tu Top 10? Deja tu lista en el apartado de Comentarios. Gracias.







domingo, 13 de febrero de 2011

¡Bravo, Domingo!

Un plácido domingo de setenta años

Por: Federico Zertuche
Siento que pasarse la vida cantando ha de ser una de las bendiciones más grandes que ser humano puede disfrutar; sobre todo, cuando el que canta se llama Plácido Domingo, quien como en la parábola de la multiplicación de los panes, extiende el gozo al infinito: hacia todos aquellos a quienes toca el corazón cuando lo ven, lo escuchan y lo disfrurtan ya en el escenario o en una grabación.
Recientemente Plácido fue homenajeado en España en ocasión de su cumpleaños número 70 y de media década de vida artística. Nacido en Madrid el 21 de enero de 1941, hijo de los cantantes de zarzuela Plácido Domingo y Josefa Pepita Embil, quienes muy pronto se fueron a vivir a México, donde Plácido estudió en el Conservatorio Nacional de Música, cantaba en la compañía de zarzuela de sus padres, para luego debutar como tenor en el papel de Alfredo de la ópera La Traviata en el Teatro María Teresa Montoya de Monterrey en 1961.
Desde entonces no ha hecho sino crecer artística y humanamente: ha cantado en más de 3,500 funciones, ha interpretado más de 130 papeles principales en italiano, alemán, francés, español, ruso, inglés, realizado más de 100 grabaciones, ganado siete Grammy, cantado para cuatro papas: desde Juan XXIII hasta Benedicto XVI, es director de orquesta, productor y compositor, director general de la Ópera Nacional de Washington y de la Ópera de Los Ángeles, entre otras actividades. A los setenta años sigue cantando y tiene agenda llena para los próximos dos años.
Actualmente, en su reciente faceta de barítono participó en Simón Boccanegra de Verdi, filmada en DVD en 2010, mientras que Sony presenta un montaje de Metropolitan Opera House de Nueva York, con James Levine en el foso, y en la dirección escénica con Giancarlo del Monaco, y EMI el montaje de la Royal Opera House, dirigido musicalmente por Antonio Pappano y escénicamente por Elijah Moshinsky, así como otras grabaciones más como barítono.
Entre los actos conmemorativos a su septuagésimo aniversario, destacan la investidura como doctor honoris causa por la Universidad Alfonso X el Sabio, en Sevilla, undécimo doctorado que recibe, así como la Orden de las Artes y las Letras otorgada por el Consejo de Ministros de España, en reconocimiento a su extraordinaria carrera artística. Luego se estrenó en le Teatro Real de Madrid la Iphigénie en Tauride de Glück, en la que Domingo interpreta al noble y atormentado Oreste.
Las celebraciones culminaron el pasado 21 de enero, también en el Teatro Real de Madrid, con la presencia de la reina doña Sofía, la infanta Pilar de Borbón, varios ministros, el alcalde de Madrid, la esposa de Domingo, la soprano veracruzana, Martha Ornelas, y muchas otras personalidades del medio artístico y cultural. Se llevó a cabo un concierto organizado por la Fundación de Artistas, Intérpretes y Ejecutantes, en el que desfilaron y cantaron numerosos intérpretes acompañados por la Orquesta Sinfónica de Europa.
A una edad en que la mayoría de sus colegas y mucha gente más llevan tiempo jubilados, Plácido Domingo sigue tan activo como siempre, incansable, insustituible e incomparable, dueño de una carrera envidiable y asombrosa: la del mejor tenor de todos los tiempos, como recientemente lo catalogara la BBC de Londres.
Estoy seguro que muchísimos mexicanos celebramos también a Domingo, para quien México es su segunda patria donde vivió parte de su infancia y juventud, estudió, se formó y debutó como cantante, y a donde regresa con frecuencia. ¡Bravo maestro!



jueves, 3 de febrero de 2011

El misterio de la corona

La corona de la Virgen
Por: Federico Zertuche



Miguel Cabrera S. XVIII (En Murcia)
Apareció en el cielo una señal grandiosa: una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y en su cabeza una corona de doce estrellas. Apocalipsis, capítulo 12, La mujer y el dragón.


Entre los múltiples interrogantes que se desprenden de la imagen de la Virgen de Guadalupe que se conserva en la Basílica del Tepeyac, sobresale el relativo a la misteriosa desaparición de la corona dorada que terminaba en diez puntos agudos, cual rayos solares, y que hasta 1887 figuraba sobre su cabeza.


Efectivamente, antes de que se esfumara, multitud de testimonios de época confirman su existencia, empezando por el del propio padre y bachiller Miguel Sánchez, que fue el primero en escribir y publicar el relato de las apariciones en 1648, iniciando así la tradición aparicionista, pues antes sólo se veneraba la imagen, ya que se desconocía la “historia”, esta es la mención que sobre el particular refiere:



Baltasar Échave Orio, 1605
"tiene la cabeza devotamente inclinada a la mano derecha, con una corona real que asienta sobre el manto, con puntas de oro".


En el segundo libro que se publica sobre las apariciones milagrosas, en 1649, el del licenciado Luis Lasso de la Vega, vicario del santuario de Tepeyac, afirma que:


"Su cabeza se inclina hacia la derecha; y encima, sobre su velo, está una corona de oro, de figuras ahusadas hacia arriba y anchas abajo".


Los pintores que examinaron la imagen en 1666 declaran, en el texto de las Informaciones de 1666:


"la cabeza se encuentra devotamente inclinada hacia el lado derecho. Ciñe su corona real que asienta sobre el manto y termina en puntas o astas de oro, que son 10, ahusadas arriba y anchas abajo".




Miguel Cabrera 1766
El ilustre pintor Miguel Cabrera, quien examinó la imagen con interés artístico y pericial en 1751, escribe en su informe:


"Por cíngulo tiene una cinta morada de dos dedos de ancho, que atada en medio de la cintura se le ven sueltos sus extremos. El manto le cubre modestamente parte de la cabeza, sobre el que tiene la real corona, que se compone de diez puntas o rayos".


El historiador jesuita Francisco Javier Clavijero, da testimonio en su Breve noticia sobre la prodigiosa y renombrada imagen de Nuestra Señora de Guadalupe de México, obra de 1782:


"Por toda la parte exterior del manto se ven distribuidas con arte cuarenta y seis estrellas, ventidós del lado derecho y veinticuatro del izquierdo. Y finalmente, la sagrada imagen tiene sobre la cabeza una corona de oro de diez rayos agudos".




José de Ribera, S. XVIII
Hay desde luego más testimonios escritos incontestables, pero por su naturaleza resaltan la enorme cantidad de copias de pinturas, grabados, dibujos y demás abundante iconografía guadalupana realizada por muchísimos artistas y artesanos plásticos anterior a 1887 que confirman la presencia de la corona.


Por razones de espacio, reproducimos solo algunas imágenes pictóricas en las que aparece la corona; y pintan ese real ornamento por la sencilla razón de que eran reproducciones o copias de la original, que cada artista bien podía recrear –y de hecho lo hacían- pero sin alterar los rasgos esenciales de la figura del Tepeyac.


Ahora bien, ¿cuándo y porqué desapareció la corona? Todo parece indicar que fue poco antes de junio de 1887, siendo abad de la Basílica don José Antonio Plancarte y Labastida, quien se encargo de organizar las fiestas de la coronación pontificia de la Virgen de Guadalupe celebradas el 12 de diciembre de 1895.



Anónimo S. XVII
Se dice que la corona ya estaba para entonces muy deteriorada, decolorándose por el transcurso del tiempo, aunque esta especie no tenga respaldo documental. No obstante, cuando la imagen de Guadalupe se expuso en la capilla capuchina el 23 de febrero de 1888, el público se percató de la alteración sufrida.


El padre José de Jesús Cuevas trató de argüir que la Virgen misma había obrado un “público y solemne milagro” haciendo desaparecer su propia corona a fin de aceptar “la piedad y el amor con que quieren coronarla las razas mexicanas”. En otras palabras, que la Virgen misma se había despojado de la corona para permitir que los mexicanos la volviesen a coronar. Sin que dicha explicación fuese muy creída.


En todo caso, aunque luego se acusó al abad Plancarte de haber comisionado a Salomé Pila para que retirara la corona, un reconocido pintor de la época que participó en la renovación del santuario, cuyas obras se llevaron a cabo con miras a la conmemoración de la Coronación, lo cierto es que nunca se aclaró el asunto y las investigaciones siempre se mantuvieron bajo el mayor de los sigilos.




Anónimo S. XVIII con San Juan y Arcángeles
Ya antes habían surgido protestas sobre el proyecto de coronación que aducían que “no debía ser coronada la imagen porque ya Dios la había coronado”. Y que para despejar tales críticas el abad había ordenado borrarla.

Para cualquier fin práctico, la pintura de la virgen de Guadalupe del Tepeyac, fue manipulada y alterada alrededor de la fecha indicada. 


Hay un elemento adicional digno de destacar: en términos generales una corona, tal y como la conocemos representada, esto es dorada (de oro), con picos, orlada con piedras preciosas y demás características, ha sido y es un símbolo real occidental, específicamente europeo. Los monarcas chinos, japoneses, indonesios, árabes, e incluso los reyes de las monarquías prehispánicas que existieron en lo que ahora es América, no portaban coronas a la usanza europea u Occidental, tal y como la que tenía la Virgen de Guadalupe, de figura y aspecto indígena.



Anónimo S. XVIII
Obras consultadas:


La Virgen de Guadalupe -Imagen y tradición- David A. Brading, Taurus, México 2002.


Testimonios históricos guadalupanos, Ernesto de la Torre Villar y Ramiro Navarro de Anda, Fondo de Cultura Económica, México 1982.

Destierro de sombras -Luz en el origen de la imagen y culto de nuestra Señora de Guadalupe del Tepeyac-, Edmunado O'Gorman, Universidad Nacional Autónoma de México 1991.


Agradezco al Centro Regional de Restauración de Murcia, España, por la fotografía del óleo sobre tela del pintor novohispano Miguel Cabrera del siglo XVIII, cuyo lienzo obra en poder de la Iglesia de San Juan Bautista de esa ciudad.


Nota: Si el lector está interesado en el tema guadalupano, le recomiendo mi ensayo Veracidad histórica del relato guadalupano, publicado en este blog el 3/08/10. También puede leer una actualización titulada "El relato guadalupano: ¿Historia o leyenda?", publicada en este blog el 27/jun/2011.