domingo, 9 de enero de 2011

Los mejores libros del 2010

Por considerar que se trata de un asunto de interés general, transcribo en seguida la nota publicada por El País de España sobre los mejores libros del 2010, según 55 críticos y periodistas del suplemento Babelia de dicho diario.

1 J. M. Coetzee
Verano
La tercera parte de las memorias del Nobel sudafricano es un excelente ejercicio literario en el cual da un paso más allá en la manera de contar la propia vida y sincronizar géneros. El foco son unos hechos clave que determinaron su destino.

Por géneros


Novelas en español
o Ricardo Piglia ‘Blanco nocturno’ (Anagrama).
o Mario Vargas Llosa ‘El sueño del celta’ (Alfaguara).
o José María Guelbenzu ‘El amor verdadero’ (Siruela).
o Enrique Vila-Matas ‘Dublinesca’ (Seix Barral).
o Almudena Grandes ‘Inés y la alegría’ (Tusquets).

Novelas traducidas
o Jean Echenoz ‘Correr ’ (Anagrama).
o Herta Müller ‘Todo lo que tengo lo llevo conmigo’ (Siruela).
o Vasili Aksiónov ‘Una saga moscovita’ (La otra orilla).
o Hans Keilson ‘La muerte del adversario’ (Minúscula).
o Pierre Michon ‘Los once’ (Anagrama).

Cuentos
o Jhumpa Lahiri ‘Tierra desacostumbrada’ (Salamandra).
o Juan Eduardo Zúñiga ‘Brillan monedas oxidadas’ (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores).
o Julio Ramón Ribeyro ‘La palabra del mudo’ (Seix Barral).
o Alice Munro ‘Demasiada felicidad’ (Lumen).
o Kazuo Ishiguro ‘Nocturnos’ (Anagrama).

Poesía
o W. B. Yeats ‘Poesía reunida’ (Pre-Textos).
o Jose Emilio Pacheco ‘Tarde o temprano’ (Poemas 1958-2009) (Tusquets).
o Blas de Otero ‘Hojas de Madrid. Con la Galerna (1968-1977)’ (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores)
o Juan Antonio González Iglesias ‘Del lado del amor’ (Visor).
o Ted Huhges ‘El azor en el páramo’ (Bartleby).

Ensayo
o Tony Judt ‘Algo va mal’ (Taurus).
o Jacobo Siruela ‘El mundo bajo los párpados’ (Atalanta).
o María Zambrano ‘Esencia y hermosura. Antología’ (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores).
o José Luis Pardo ‘Nunca fue tan hermosa la basura’ (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores).
o Santos Juliá ‘Hoy no es ayer. Ensayos sobre la España del siglo XX’ (RBA).

Memorias y autobiografías noveladas
o J. M. Coetzee ‘Verano’ (Mondadori).
o Marcos Giralt torrente ‘Tiempo de vida’ (Anagrama).
o Rafael Argullol ‘Visión desde el fondo del mar’ (Acantilado).
o Félix de Azúa ‘Autobiografía sin vida’ (Mondadori).
o Miklós Bánffy ‘El reino dividido’ (Libros del Asteroide).

Otras perspectivas
o Joe Sacco ‘Notas al pie de Gaza’ (Mondadori)
o José-Carlos Mainer ‘Historia de la literatura española. Modernidad y nacionalismo (1900-1939) Vol. 6’ (Crítica).
o Martin y Borja de Riquer ‘Reportajes de la historia’ (Acantilado).
o Geoffrey Parker ‘Felipe II’ (Planeta).
o Anna Caballé ‘Carmen Laforet. Una mujer en fuga’ (RBA).

Autores a descubrir
o Miguel Syjuco ‘Ilustrado’ (Tusquets).
o Marek Bienczyk ‘Tworki (El manicomio)’ (Acantilado).
o Wells Tower ‘Todo arrasado, todo quemado’ (Seix Barral).
o György Dragoman ‘El Rey blanco’ (RBA).
o Sibylle Lewitscharoff ‘Apostoloff’


1
Verano
J. M. Coetzee
· LIBRO DEL AÑO
· Traducción de Jordi Fibla
· Mondadori. Barcelona, 2010
· 272 páginas. 18,90 euros


Verano, la tercera parte de las memorias del Nobel sudafricano J. M. Coetzee, es el libro del año de Babelia. 55 especialistas de la revista literaria y cultural de EL PAÍS lo han elegido. En 2010, la autoficción, en su variable de memorias y autobiografías noveladas, está entre lo más destacado. Reseña:

El ensayo vuelve a eclipsar a la novela.
Por Colm Tóibín

Desde el comienzo de su carrera, al novelista surafricano J.M. Coetzee le ha interesado jugar con la forma y la voz. A veces, como en la versión que hace de Robinson Crusoe en Foe, o en su oscura exploración de la vida de Dostoievski en El maestro de Petersburgo, ha jugado con la historia literaria, la forma literaria. En otras novelas, como la magistral evocación de la crueldad y la represión que es Esperando a los bárbaros o su surrealista remembranza de Suráfrica en Vida y época de Michael K., su tono es sombrío, impredecible, y los libros están llenos de vidas intensamente imaginadas y absolutamente memorables. En otras novelas, como Desgracia, el tono es más controlado, mientras que, en La edad de hierro, con su dominio de la voz en primera persona --la de una anciana surafricana blanca próxima a la muerte--, su imaginación muestra la increíble empatía que hace que sea uno de los más grandes novelistas en activo en el mundo.

Hay algo de implacable y despiadado en sus recursos de novelista que es lo que da a sus obras su fuerza, sobre todo cuando, al mismo tiempo, consigue mostrar compasión por los mortales cuyas vidas dramatiza. En Infancia, escenas de una vida de provincias y Juventud, logró adaptar este tono implacable a su propia vida. No ofrece anécdotas coloristas ni hace ningún esfuerzo para justificar sus propios motivos pasados como dignos o buenos. En ocasiones se desprende una frialdad clarividente ante su propio pasado que también aplica a otros, incluidos aquellos con quien tuvo una relación estrecha.

Decir que es un autor de memorias profundamente preocupado por la verdad es decir poco. No busca nuestra aprobación, ni desea el perdón de nadie; no le interesa resultar simpático. Por el contrario, es capaz de anotar sus sentimientos y sus motivos, y las cosas que sucedieron, con un interés feroz y estricto en atenerse a la verdad.

En Verano recupera una actitud juguetona. Imagina que está muerto y que un biógrafo está tratando de reconstruir cómo era su vida en la época en la que escribió sus dos primeros libros, Tierras de Poniente y En medio de ninguna parte, entre 1971 y 1977. El biógrafo tiene que trabajar con sólo unos fragmentos de memorias; algunos quizá no son fiables. De modo que parte en busca de personas que conocieron a Coetzee en aquellos años y las entrevista. La mayor parte de la novela consiste en las transcripciones de dichas entrevistas.

En gran parte de su ficción, Coetzee es discreto. Aunque las novelas nacen del interés por la muerte y la oscuridad, la crueldad y la frialdad, el dolor y el conflicto, no son, en su mayoría, una exploración de un único punto de vista. Esta sensación de distancia es lo que les otorga su carácter magistral; también es lo que las hace extrañamente espeluznantes. Pero resulta que Coetzee también es un genio imaginando las vidas de otros; es capaz de presentar al lector esas vidas con un cuidado y un sentido del detalle que, en su capacidad de comprensión, resultan amables, casi generosos, casi afectuosos.

En Verano no sólo logra captar su vida --y, desde luego, se asigna a sí mismo muchas cualidades que no son nada admirables-- sino que, utilizando con talento y delicadeza sus voces, evoca a cuatro mujeres que estuvieron presentes en su mundo durante aquellos años. Les da vida con la misma fuerza con la que se la da a su viejo yo.
Sin embargo, como novelista, deja un margen juguetón al lector; algunos de los "hechos" que presenta pueden no ser verdad; algunos de los personajes "entrevistados" pueden no haber vivido jamás. Pero él está trabajando con una verdad superior a la de los meros datos, una verdad que nos llega de dos formas.

La primera es la figura del propio Coetzee, que es tan frío y sexualmente torpe como el protagonista de Juventud, y tan callado y ensimismado como el chico de Infancia. Sus deseos, su afecto, tienen una presencia extraordinaria en el libro; su personaje es una figura melancólica --desesperado por falta de amor, lleno de culpa, incómodo con su familia, con las mujeres y con el propio mundo-- que el libro transmite en un tono implacable y con un detalle despiadado.

Y las mujeres son completamente cruciales. Son una mujer casada con la que tuvo una relación; una prima muy querida; una bailarina brasileña de la que se enamoró, y una colega francesa. Cada una de ellas posee una voz y una personalidad que sólo un novelista magistral podía crear. En torno a ellas, como si ocupara el espacio entre las palabras, está el padre del personaje, derrotado y desilusionado, y magníficamente delineado en este ingenioso relato. Y está además la sensación de una Suráfrica manchada por el pecado, maldita y, sin embargo totalmente inolvidable, en esta novela que se niega a hacer nada que no sea contar la verdad con todos sus detalles más pequeños y aburridos, y consigue, a pesar de ello, o tal vez por ello, elevarse por encima de la verdad y convertirse en un libro callado y esculpido de forma majestuosa.

Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.

John Maxwell Coetzee (Ciudad del Cabo, Sudáfrica, 1940) fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 2003.Colm Tóibín (Enniscorthy, Wexford, 1955) ha publicado recientemente la novela Brooklyn (traducción de Ana Andrés Lleó. Lumen. Barcelona, 2010. 315 páginas. 18,90 euros) y el libro de relatos The Empty Family (Virgin Press. Londres, 2010. 242 páginas).
www.colmtoibin.com.

Los 20 libros del año son 29

1. Verano. J. M. Coetzee (Mondadori). Memorias
2. Poesía reunida. William Butler Yeats (Pre-Textos). Poesía
3. Blanco nocturno. Ricardo Piglia (Anagrama). Novela
4. El sueño del celta. Mario Vargas Llosa (Alfaguara). Novela
5. El amor verdadero. José María Guelbenzu (Siruela). Novela
6. Retratos y encuentros. Gay Talese (Alfaguara). Crónicas
7. Algo va mal. Tony Judt (Taurus). Ensayo
8. Dublinesca. Enrique Vila-Matas (Seix Barral). Novela
9. Tarde o temprano. Poemas 1958-2009. José Emilio Pacheco (Tusquets). Poesía
10. Esencia y hermosura. Antología. María Zambrano (Galaxia Gutenberg/ Círculo de Lectores). Ensayo- Tiempo de vida. Marcos Giralt (Anagrama). Memorias- Tierra desacostumbrada, de Jhumpa Lahiri (Salamandra). Cuentos
11. El mundo bajo los párpados. Jacobo Siruela (Atalanta). Ensayo
12. Visión desde el fondo del mar. Rafael Argullol (Acantilado). Memorias
13. Hojas de Madrid. Con La Galerna (1968-1977). Blas de Otero (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores). Poesía- Libro de los muertos. Apuntes 1942-1988. Elias Canetti (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores). Ensayo
14. Notas al pie de Gaza. Joe Saco (Mondadori). Cómic
15. Correr. Jean Echenoz (Anagrama). Novela
16. Autobiografía sin vida. Félix de Azúa (Mondadori). Autobiografía- Del lado del amor. Poesía reunida 1994-2009. Juan Antonio González Iglesias (Visor). Poesía- Nunca fue tan hermosa la basura. José Luis Pardo (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores). Ensayo- Todo lo que tengo lo llevo conmigo. Herta Müller (Siruela). Novela 17. Brillan monedas oxidadas. Juan Eduardo Zúñiga (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores). Cuentos
18. Hoy no es ayer. Ensayos sobre la España del siglo XX. Santos Juliá (RBA). Ensayo- La experiencia totalitaria. Tzvetan Todorov (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores). Ensayo- Leviatán o la ballena. Philip Hoare (Ático de los libros). Ensayo- Una saga moscovita. Vasili Aksiónov (La otra orilla). Novela
19. La idea de la justicia. Amartya Sen (Taurus). Ensayo
20. La muerte del adversario. Hans Keilson (Minúscula). Novela
Foto:
J. M. Coetzee

2 comentarios:

Juan Francisco López dijo...

Hola Lico:
Ante todo, que este 2011 sea de éxito personal y profesional. Definitivamente te agradeceré me incluyas en tu lista del blog. Una vez más, te felicito por tu trabajo.
Pancho

Susana Avila dijo...

Querido Fede:
Es obvio que absolutamente Harolo y yo deseamos continuar recibiendo tu blog, cada vez más interesante.
Un abrazo con todo afecto,
Susana Avila y Harolodo de León