miércoles, 16 de marzo de 2011

Pintor del espacio, artista de la luz y el vacío

Dedico este post a un pintor por el que siento particular inclinación y predilección, dejo a un experto y crítico de arte la reseña sobre Edward Hopper a fin de aproximarnos con mayor fidelidad a la obra de este gran artista estadounidense. De tal suerte, transcribo el siguiente artículo aparecido en “Arel-Arte” el pasado 9 de mayo de 2010. Se intercalan imágenes de sus pinturas.







EDWARD HOPPER: EL ARTE DE LA SUGERENCIA


EDWARD HOPPER (1882-1967) pintor estadounidense, célebre sobre todo por sus retratos de la soledad en la vida norteamericana contemporánea. Su obra se puede encuadrar dentro de las vanguardias históricas, en el realismo norteamericano.


1900: cursa estudios de arte en la New York School of Art. Tras conseguir su título, Hopper obtuvo su primer trabajo como ilustrador publicitario en la C. Phillips & Company.


En 1906 viaja a Europa por primera vez, visitando París, en donde experimentará con un lenguaje formal cercano al de los impresionistas. En 1907 visitó Londres, Berlín y Bruselas.
En 1908 se instala definitivamente en Nueva York.
En 1909 regresa a París donde se formará su estilo personal e inconfundible.


Regresa a Estados Unidos y abandona las nostalgias europeas que le habían influido hasta entonces y empieza a elaborar temas en relación con la vida cotidiana norteamericana, modelando y adaptando su estilo a esa temática. En 1910 realiza un nuevo viaje a París y a España.En 1918 se convierte en uno de los primeros integrantes del Whitney Studio Club, el centro más dinámico para los artistas independientes de la época.


En 1924 se casa con la pintora Josephine Verstille.
En 1933 primera retrospectiva de su obra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
En 1950 se realiza una exposición retrospectiva de su obra en diversos museos del país y recibe varias distinciones honoríficas.
1967: fallece en Nueva York. Un año después muere su esposa quién lega el conjunto de la obra de su marido al Whitney Museum of Art de Nueva York.


TEMAS Y ESTILO


Produjo algunas de las obras más populares del arte americano. A lo largo de su carrera creó imágenes fascinantes de lugares y gentes de la vida cotidiana, logrando impregnar estas escenas de dramatismo al expresar en ellas la sensación de aislamiento, el anonimato y la comodidad agridulce de la soledad. Sus imágenes de Nueva York, de corte cinematográfico, reflejan la vida urbana en América en el período de entreguerras.


Realiza una serie de acuarelas de los acantilados y playas de Nueva Inglaterra.


"El velero", 1911




Faro a dos luces 1929






Alejado de las modas y tendencias artísticas, su estilo recibe múltiples influencias, pero suele encuadrarse en el llamado “realismo americano”. Sus pinturas son lacónicas, en ellas se aprecia el vacío y el silencio. Las escenas que crea están invadidas por una leve acción, como el rumor de la brisa suave de una cortina.


"Rooms-sea", 1951




"Night Windows", 1928






Mientras en Europa se consolidaban el fauvismo, el cubismo y el arte abstracto, Hopper se siente más atraído por Manet, Pissarro, Monet, Sisley, Courbet, Daumier, Toulouse-Lautrec y por un pintor español, Goya.


Su evocadora vocación artística evoluciona hacia un fuerte realismo, que resulta ser la síntesis de la visión figurativa unida al sentimiento poético que Hopper percibe en sus objetos.


"Hotel Room", 1931




Poesía que John Updike dedica al pintor norteamericano Edward Hopper, donde ensalza las virtudes de una de sus obras: "Habitación de hotel" ( Museo Thyssen-Bornemisza, Madrid), comparándola con una del genial pintor de Delft, Vermeer.


En combinación, los ojos bajos
la heroína de esta habitación contempla
una carta abierta sobre sus rodillas desnudas.
Sus ojos y su cara permanecen en la sombra.
El día se extingue en el exterior, vibrante
de una circulación invisible.
En esta habitación, con sus maletas, que,
cerca de un sillón de felpa verde de los años treinta,
descolorido por el sol, esperan, lastimeras,
ser deshechas,
ya estuvimos antes, antes incluso que la luz
oblicua,
por algún misterioso testigo,
henos aquí invitados a respirar
junto a esa mujer sola,
que los planos enmarcan sólidamente,
la carta, la joven cosiendo,
así es como Hopper nos dice
Yo soy Vermeer.


John Updike



"Chop Suey", 1929




Imágenes urbanas o rurales, inmersas en el silencio, en un espacio real y metafísico a la vez, que comunica al espectador un sentimiento de alejamiento del tema y del ambiente que le rodea.


"Autómata", 1927




Hopper consigue estos efectos por medio de una esmerada composición geométrica del lienzo, por un sofisticado juego de luces, frías, cortantes e intencionadamente "artificiales", y por una extraordinaria síntesis de los detalles.


Hopper utiliza con frecuencia una recta. Horizontales, por lo general una carretera o una vía férrea. Para construir el espacio dentro de la imagen y poner de relieve la división entre el espacio pictórico y el mundo del espectador.


Es característica la descripción de los interiores, que aprende con Degas.


La escena aparece casi siempre desierta; en sus cuadros casi nunca encontramos más de una figura humana, y cuando hay más de una lo que destaca es la alienación de los temas y la imposibilidad de comunicación resultante, que agudiza la soledad.

LAS ESCENAS NOCTURNAS


A lo largo de su carrera, Hopper estuvo fascinado por el dramatismo que puede crear la iluminación lo que se hace evidente en sus cuadros nocturnos: contraste entre brillantes interiores iluminados con las tinieblas de fuera, luces fluorescentes o lámparas eléctricas que iluminan las ventanas irrumpiendo en la oscuridad de la calle. Muchas de las pinturas de Hopper poseen un aire de misterio. Las posibilidades "voyeuristas" inherentes a la ciudad moderna, donde la gente vivía muy próxima, pero al mismo en el anonimato son especialmente visibles en la noche.


"Nighthawks", 1942




Hopper describe con frecuencia las rápidas miradas en movimiento desde los trenes elevados que permiten vislumbrar las ventanas en los edificios vecinos, donde los seres humanos se manifiestan con sus preocupaciones privadas, sin darse cuenta o sin importarle que están siendo observados.


HOPPER Y EL CINE


El mundo pictórico de Hopper, de imágenes congeladas en el tiempo, en las que se perciben relaciones ambiguas de sus personajes con el entorno, de imágenes llenas de misterio, que dan rienda suelta a la imaginación del espectador, tiene un dramatismo tal que uno entiende por qué algunos directores de cine se sintieran atraídos por él. Alfred Hitchcock se inspiró en el óleo “Casa junto al ferrocarril” para la tenebrosa casa de “Psicosis”.






Hopper describe con frecuencia las rápidas miradas en movimiento desde los trenes elevados que permiten vislumbrar las ventanas en los edificios vecinos, donde los seres humanos se manifiestan con sus preocupaciones privadas, sin darse cuenta o sin importarle que están siendo observados.


Hopper había realizado una serie de acuarelas de casas, durante sus veranos en Nueva Inglaterra. Casas envueltas en soledad, silenciosas, en paisajes vacíos. Calles solitarias que recuerdan a algunas de Magritte o a De Chirico.


La obra “Aves nocturnas fue reproducida exactamente en la película de Herbert Ross, “Dinero caído del cielo”.


Incluso algunas novelas de la época reproducen el ambiente representado por Hopper.


Narrada por el actor y coleccionista de arte Steve Martin, esta película rastrea las influencias variadas de Hopper, del impresionismo francés a las películas de gángsteres de la década de 1930.


Fue producida por la Galería Nacional de Arte.


Fuentes:Rolf G. Renner: “Hopper”. Taschen
Erika Bornay: “Las historias secretas que Hopper pintó”. Icaria
Jon Thompson: “Cómo entender la pintura moderna”. Electa
WEB: Edward Hopper en la National Gallery of Art.



Nota: para ampliarlas, haz click sobre las imágenes.

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