Sin duda ha sido una proeza la que acaba de culminar el británico Ed Stafford al caminar a todo lo largo de la ribera del Amazonas y de lo cual la prensa mundial ha dado cuenta, enfatizando que se trata del primer hombre en llevarla a cabo.
Sin embargo, quiero recordar al conquistador español Francisco de Orellana, que anduvo por el Perú con Francisco Pizarro, luego fundara Guayaquil, para después partir de Zumaco, hoy Ecuador, en marzo de 1541 al mando de una expedición que le condujo a los caudalosos ríos Coca y Napo, en la amazonía ecuatoriana, luego siguió navegando hasta la confluencia del Aguarico y el Curaray, y río abajo, llegó hasta el legendario río Negro, nombrado así por Orellana, y de ahí al gran Amazonas, llamado así desde entonces en recuerdo a las míticas mujeres guerreras que le evocaran los indios amazónicos de largas cabelleras, y cuyo cauce recorriera hasta su desembocadura en el Atlántico, a donde llegó el 26 de agosto de 1542.
Sin embargo, quiero recordar al conquistador español Francisco de Orellana, que anduvo por el Perú con Francisco Pizarro, luego fundara Guayaquil, para después partir de Zumaco, hoy Ecuador, en marzo de 1541 al mando de una expedición que le condujo a los caudalosos ríos Coca y Napo, en la amazonía ecuatoriana, luego siguió navegando hasta la confluencia del Aguarico y el Curaray, y río abajo, llegó hasta el legendario río Negro, nombrado así por Orellana, y de ahí al gran Amazonas, llamado así desde entonces en recuerdo a las míticas mujeres guerreras que le evocaran los indios amazónicos de largas cabelleras, y cuyo cauce recorriera hasta su desembocadura en el Atlántico, a donde llegó el 26 de agosto de 1542.
Una auténtica proeza llevada a cabo en el siglo XVI con los precarios instrumentos y apoyos tecnológicos disponibles entonces.
En el mapa que se adjunta aparece marcada con rojo la ruta de Orellana a lo ancho del subcontinente sudamericano desde el Pacífico al Atlántico atravesando toda la cuenca amazónica incluidos sus tributarios.
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